Todos tenemos ese momento maravilloso en el cual conocimos a nuestras
parejas, fue un momento de clic, donde quedamos flechados y en nuestra
historia comenzó a escribirse un nuevo capítulo, algo que perduraría para toda
la vida.
¿Recuerdas el día que conociste a tu pareja?
Ese momento inolvidable, un día que marcó el calendario, nos llenamos de
preguntas, de miedos en algunos casos, pero de ilusiones y sentimientos
especiales, de repente se nos metió esa idea loca de querer pasar el resto de
nuestras vidas con esa persona, tener una familia, hijos, un hogar, mascotas y
una vida extraordinaria junto a alguien por el resto de nuestros días.
Veamos que pasó el día en que Adán conoció a Eva
“Y dijo Jehová Dios:
No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Jehová Dios
formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y
las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán
llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. Y puso Adán nombre a toda
bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló
ayuda idónea para él.
Entonces Jehová
Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de
sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios
tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
Dijo entonces Adán:
Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada
Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a
su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Génesis 2: 18-24)
1.
La Mujer es la corona
de la creación
La Mujer fue el
último ser que Dios creo sobre la tierra, la corona de la creación, todo fue
creado para servir al hombre, el sistema climático, las plantas, las aves, los
animales terrestres y marítimos, todos los recursos de la tierra fueron puestos
para beneficio del hombre, pero la mujer tuvo un propósito diferente, no fue
para servir al hombre, sino para ser una ayuda, para que ambos pudieran
desarrollar la misión de Dios en la tierra, toda la creación servía para el
hombre, pero la mujer fue dejada para que el hombre junto a ella sirviera a
Dios.
“Fue así como Dios creó al ser humano tal y como es
Dios. Lo creó a su semejanza. Creó al hombre y a la mujer y les dio
esta bendición:
Quiero que se
reproduzcan, quiero que se multipliquen, quiero que llenen la tierra y la
pongan bajo su dominio. Que dominen a los peces del mar y a las aves del cielo,
y a todos los seres vivos que se arrastran por el suelo.
También les dijo
Dios: Hoy les entrego a ustedes toda planta que da semilla y todo árbol que da
fruto. Todo esto les servirá de alimento”
(Génesis 1: 27-29 TLA)
2.
La Mujer es diseño de
Dios, pero desarrollo humano
La mujer no es una
respuesta a la oración o petición de Adán, no es una sugerencia del hombre
hacia Dios, sino que nace en el corazón de Dios crearla para ser ayuda idónea al
hombre.
“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté
solo; le haré ayuda idónea para él” (Génesis 2: 18)
Dios es el creador,
pero el hombre es quien desarrolla la mujer que tiene a su lado, depende de
nosotros si formamos nuestro más grande aliado para toda la vida, o nuestro más
grande enemigo, tenemos la pareja que desarrollamos.
3.
No busques entre las
bestias a tu pareja
“Jehová Dios formó,
pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo
a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los
animales vivientes, ese es su nombre. Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de
los cielos y a todo ganado del campo; más para Adán no se halló ayuda idónea
para él”
(Génesis 2: 19-20)
El problema por el
cual muchas veces fracasamos en la vida amorosa, es porque buscamos entre las
bestias lo que solo puede estar en Dios, nuestra persona ideal no está entre
los campos, está en Dios.
El Señor había dicho “Le hare ayuda idónea”, significa que no existía,
pero la vista de Adán estaba puesta entre los seres creados por eso dice: “más para Adán no se halló ayuda idónea para él”, no podemos
encontrar lo que no existe, debemos esperar el tiempo de Dios, si el ya dio la
promesa debemos estar seguros que en su momento la cumplirá.
4.
Ella es parte de ti
“Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre
Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su
lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la
trajo al hombre” (Génesis 2: 21-22)
Algo que debemos
tener claro es que la mujer no es un complemento de algo que nos faltaba, no es
algo que no teníamos, no es algo ajeno a nuestra existencia, la mujer es parte
de nosotros, es algo que sale de nuestro interior, fue creada de nuestra
materia, por eso es valiosa, es única, no fue creada del polvo ni de los
componentes de la tierra, sino de nuestro ser, ella es parte del hombre.
Por eso el esposo
debe amarla, cuidarla, protegerla, enamorarla, consentirla, porque es un regalo
del cielo, un diseño celestial, nuestra compañera fiel hasta el final de mis días.
El ser humano, tanto
el hombre como la mujer tenemos 24 costillas en total, 12 costillas en cada
lado que forman la caja torácica en la cual se protege los pulmones y el
corazón:
·
El sistema respiratorio
·
El sistema cardiaco
Existen
algunas excepciones a la regla, ha habido algunas personas que nacen con una
costilla extra conocida como “costilla cervical”, pero son casos raros y no muy
comunes.
Al respecto, el
profesor de biología Scott Gilbert, de Pennsylvania, apuntó que al hombre
efectivamente le falta un hueso respecto a otras especies de mamíferos: “el
báculo, ubicado en el miembro viril del hombre”.
Esto nos abre el
pensamiento de que la historia contada por el escritor de Génesis es más
poética que literal, es más figurativa y con un mensaje valioso para los
principios de la familia, podríamos pensar que en realidad no fue una costilla
que Dios tomó del hombre, sino algo de su parte viril, posiblemente el semen,
los espermatozoides los cuales son la materia para la reproducción del ser
humano, según la materia es el producto:
·
El hombre es creado del polvo y se convierte en ser viviente
“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en
su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente” (Génesis 2: 7)
·
La mujer fue creada del hombre se convierte en la ayuda idónea
“Y de la costilla
que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre” (Génesis 2: 22)
5. Somos uno
“Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis
huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue
tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su
mujer, y serán una sola carne” (Génesis 2: 23-24)
El plan de Dios es
que estemos unidos, solo así podremos enfrentar la vida y dificultades como un
equipo, como una sola fuerza, cumpliendo el plan de Dios en nuestras vidas y
viviendo en esa paz que viene de Dios.
La unidad trae paz,
nos fortalece, nos hace amarnos, nos da motivación para seguir adelante, la
unidad echa fuera la soledad, la tristeza, la insatisfacción, la unidad nos
hace sentir seguros, protegidos, realizados, satisfechos, la unidad es el
camino a la victoria y el éxito familiar.
¿Quién querría pasar
el resto de su vida junto a nosotros si no nos amara?
¿Quién soportaría nuestro
carácter si no nos amara?
¿Quién estaría junto
a nosotros en nuestros fracasos si no nos amara?
¿Quién doblaría rodillas
a Dios por nosotros si no nos amara?
¿Quién estaría dispuesto
a seguir creyendo en nosotros y en la relación si no nos amara?
Mira a tu pareja,
ella ha hecho todo esto por ti todo este tiempo, por la única razón que te ama,
porque esa es su misión del cielo, amarte a pesar de ti mismo
¿Qué has hecho tú de
ella?
¿Qué has hecho con el
regalo del cielo para ti?
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